El comercio comenzó a surgir poco a poco, los habitantes de la zona, la mayoría provenientes del departamento de Antioquia, comenzaron a montar diferentes tipos de negocios como graneros, cantinas, entre otros. La población fue creciendo y se comenzaron las construcciones de casa a lado y lado de la carretera Troncal de Occidente, el espacio para habitar se fue reduciendo y hubo la necesidad de expandirse.
Fue entonces cuando se creó la primera Junta de Acción Comunal, la cual gestionó ante las haciendas vecinas de la zona la secesión de más tierra para la construcción de viviendas, debido a la expansión de la población, las administraciones de los municipios de Ayapel y Montelíbano decidieron colocar como límite de los dos municipios la carretera troncal, originándose la división de la comunidad en dos corregimientos.
La Apartada de Montelíbano y La Frontera de Ayapel, debido a la división y al crecimiento poblacional de la zona se generaron muchas necesidades, convirtiéndose los servicios públicos como la mayor prioridad de la zona en esos momentos.
El ferviente deseo de los pobladores por el desarrollo y progreso de la zona, los motivó para trabajar por la municipalización de La Apartada. Parte de este logro lo resume el líder Octavio Montoya, miembro del Comité Pro Municipio de La Apartada, aprovechando las bondades que en el momento les ofrecía la Ley 136 para la creación de nuevos entes territoriales, realizaron los estudios necesarios para tal fin y convencidos de que cumplían con los requisitos necesarios para la municipalización de La Apartada, elaboraron el proyecto.